Debo empezar este post diciéndoles que me siento feliz, me siento demasiado inspirada y llenita por el primer día de BCapital, si bien aún no puedo con muchos ambientes BCapital lo cambia todo, si, hay egos, hay actitudes y pretensiones, pero ¿saben? Es muy lindo cuando la moda te inspira como debe, cuando logras abrazar un personaje como Darío Cárdenas, quien literalmente se la ha guerreado en todas las formas para mantenerse firme en este trabajo, o ni hablar de solo ver el rostro de un Carlos Polite, quien a pesar de ser el más aplaudido y sorpresivo en estas tres ediciones que lleva BCapital y ser quien es, porque también es un gigante de la industria, se muestra así, como un hombre pensante, artístico y totalmente inspirador.
Es por eso que puedo decir y comparar la gran similitud que ha tenido esta edición de BCapital con New York Fashion Week, muchos creerán que estoy loca, o que estoy inventando cosas, pero no mis amores, créanme. Ayer al entrar a la nueva locación de BCapital muchos se sorprendieron, quizá, si, tengan razón, la entrada no es la más WOW, ni instagrameable ni muchas cosas como quizá lo fue Textura, y al entrar, también recibí comentarios sobre la locación, para muchos ya era muy trashy, y como no, si estamos acostumbrados a que la moda en Colombia sea otra cosa. Sin embargo debo decir que amé, la locación, ¿por qué? Porque a pesar de que si, el Skylight en New York quizá sea muy bien terminado, tiene una estética muy similar, la parte del pop up y la primera experiencia apenas ingresas me parece sobria y adecuada. Entrar y ver una rampa con la colección de Esteban Cortázar y Seven Seven es amor puro, ver un vestido colgado en medio de la nada es no sé, simplemente te llena el corazoncito.
Siguiendo con esto, debemos aceptar que la parrilla de diseñadores este año es brutal, y que la oportunidad que brindan en el estudio del B para quienes no tienen invitación o no son prensa es absurda, pues ayer por ejemplo pudieron disfrutar de una Lina Cantillo con una retrospección de la moda masculina, que para quienes no lo sabían no pudieron entender muy bien la colección, así que ahí les dejo el dato.
A su vez, también pudieron ver la colección de uno de los talentos jóvenes más grandes que hay acá, Darío Cárdenas, quien nos aguo el ojo a más de uno con su cierre y una historia en esta colección que cerraba un ciclo, su enfermedad, un ciclo que queda atrás para darle vida a la espiritualidad, al arte y obvio, a los sueños. Esta colección empezaba con tonos grises para luego llegar a una parte chamanica como él lo denomino que representaba esa paz y esa espiritualidad del ser que creo yo muchas veces perdemos. Como dato curioso les cuento que sus chaquetas llevaban los rostros de sus amigos, amigos que fallecieron en pocos meses pero que estuvieron con el batallando contra el cáncer.
Por último, amé ver las caras de sorpresa y felicidad al terminar la pasarela de Polite, Carlos definitivamente es una cabeza increíble, literal me acabo de coger la cara escribiéndoles esto, porque es absurdo lo que este hombre hace; más allá de las prendas y el diseño experimental que deja de lado lo femenino y lo masculino, su discurso hace que todo cobre sentido al declarar que no somos nada, simplemente seres individuales y así deberíamos quedarnos.
Para los que no saben Polite no hace pasarelas, Carlos no cree en ella y si pudieron estar allí siéntanse afortunados, porque realmente lo fueron.
Vamos por el segundo día.
Fotos: @criscardona
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