Antes que nada debo confesarles que tengo la voz entrecortada, los ojos llorosos y estoy con una sonrisa en la cara. Al escribir siempre voy hablando como en las películas, por eso puedo decirles todo esto y ¡claro! Debo decir que estos sentimientos son de solo felicidad, no solo por estar en New York, ni por estar por primera vez en un fashion week de las grandes capitales de moda, sino también por todos los mensajes tan inspiradores que he recibido de su parte, me alegra ser una persona que los anime a seguir y que les ayude a caer en cuenta que todo es posible.

Me siento como una reina con esto de los agradecimientos pero hay personas como relacionistas públicos y encargados de marcas como TRESemmé y Calvin Klein que han hecho de esta una experiencia aún más exquisita.

Pero bueno, este post también es para empezar a contarles como ha sido esta experiencia que por cierto es una locura, creo que he estado en shock en muchos momentos, cuando reacciono y veo que estoy acá es como WTF, en que momento sucedió esto y es que es un mundo totalmente distinto a lo que vivimos en Colombia para los que me han leído o los bloggers, periodistas y hasta modelos que también lo han vivido.

No les voy a decir que todo es perfecto porque en todo lado siempre hay errores y son normales pero la gente aquí es consciente de ello. Las pasarelas son muy organizadas, en las primeras filas están quienes realmente lo merecen, ya sea por su talento, su trabajo o lo que sea y eso me impresionó, también como en todo lado hay gente que solo asiste para figurar pero es muy satisfactorio ver que quien está a tu lado está informando, son personas con puestos gigantes pero son totalmente sencillos y lo mejor de todo es que a nadie le importa nadie, no se meten contigo, si vas con un mico en la cabeza es como si fueras de negro, a nadie le importa, así es la industria aquí.

Todo el mundo sonríe, claro, hay personajes como en cualquier país pero son más los atrevidos alegres que se viven la moda de pies a cabeza y que se disfrutan cada momento. A diferencia de otros momentos que he tenido en mi vida hasta el momento no he sentido un ambiente pesado, al contrario, el ambiente que se respira es de pura tranquilidad.

Pero hay algo que hay que hablar y es el tema del diseño, para nadie es un secreto que acá se reúnen grandes diseñadores pero también debemos aprender cuál es su gran secreto y siempre lo he dicho es increíble ver esas pasarelas que te hacen sentir algo, que te emocionan, te erizan la piel, no sé, algo y quiero que sepan las dos cosas clave para una pasarela exitosa: MÚSICA Y STYLING.

Siempre he puesto el ejemplo de una diseñadora como Isabel Caviedes a quien recordé mucho con la primera pasarela en NYFW, la de Nicholas K quien tuvo una artista de rap cantando mientras las modelos desfilaban con paso fuerte, fue algo sencillo y a todos nos mató sin duda un gran acierto.

El styling, en Colombia están acostumbrados a realizar todo, y entiendo, tal vez quieren plasmar lo que ellos quieren y punto, pero esto está mal, hoy en día hasta el mismo Jeremy Scott cuenta con stylist, entonces este puede ser el éxito de una pasarela, dejarán de verse aburridas, confusas y sin sentido.

Tenemos mucho por aprender aún pero este viaje me ha recobrado la confianza, chicos si en Colombia aún no han visto su trabajo, les han cerrado las puertas, los han tratado mal, en fin muchas cosas posibles, miren hacia otro lado, afuera, en la mayoría de lugares no importa el apellido que tengas, importa tu trabajo, así que dejen que sus trabajos hablen por ustedes y jamás se queden quietos, no les puedo asegurar que vienen después de esta experiencia pero al menos he logrado cumplir un sueño que me ha enseñado más cosas de las que he podido aprender en un evento pasado.

PSDT: Pronto podrán ver todo lo que sucedió con detalles, les tengo una sorpresa.

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