Algo que quizá mucho de ustedes no saben es que tengo un amor infinito por Bogotá, a pesar de ser una ciudad con muchas fallas -porque no nos vamos a mentir-, Bogotá es todo un paraíso al igual que Colombia en general. Suelo defenderla, suelo andar en Transmilenio, suelo caminar por ella, suelo desayunar en las panaderías que encuentre en los barrios, en fin amo mi ciudad y es por eso que quiero de algún modo hacerles ver lo lindo de esta, sabiendo que muchos le temen y a veces no logran encontrarle la parte estética más allá del gris y el caos.

Para empezar a hablar de mi ciudad, mis días por lo general se basan en el noroccidente y en el norte de la capital, al igual que muchos de ustedes me da algo de miedo ir al centro, siempre quiero hacer fotos allá pero me da cosita irme a jugar con las cámaras y los celulares a pesar de que en cierto modo es donde hay más seguridad ahora que lo pienso. El caso, decidí irme para allá a encontrar lugares comunes e instagrameables que me brindarán toda una experiencia.

Por lo general los bloggers suelen tomarse fotos en fondos planos o costosos restaurantes del norte de la ciudad, sin embargo hasta ahora se está creando una tendencia mundial de usar los recursos que tienen a su alrededor y por ejemplo Paloquemao ha sido prueba de ello por parte de editoriales y personajes, sin duda alguna, esta plaza brinda desde las frutas más bellas, pasando por las flores más coloridas hasta los canastos que nos venden por encima de $100.000 pero que allí se consiguen en $20.000.

Pero bueno me perdí un poco porque quería hablarles del centro y por qué vale la pena hacer fotos allí; empiezo por contarles mi experiencia: Nos encontramos con Nico @nicolasasprilla en el Museo Nacional donde aprovechamos para hacer unas fotitos con la infraestructura del jardín, afortunadamente no nos pusieron problema y de ahí estuvimos en la salida, en la calle por donde transitan los carros, la cual sin duda fue la mejor opción para dejar huella de algunos de los edificios del centro de la ciudad.

Seguimos explorando y encontramos unos graffitis, había uno de aguacates y tomates pero este fue el que seleccione, quizá por la cuadra menos concurrida cerca al mercado de las pulgas, la cual fue una casualidad ya que íbamos directo al Jorge Eliecer Gaitán, un lugar perfecto para tomar fotitos con las letras de los anuncios de las obras. Y como todo se trata de encontrar y explorar, encontramos un pequeño espacio donde vendían revistas, libros y periódicos, y tuvimos la fortuna de aprovechar el espacio.

Estando en el centro no podíamos dejar pasar la Plaza de Bolívar, un espacio donde pueden encontrar las cosas más lindas de Colombia en unos metros, desde la venta del chontaduro, pasando por los icónicos algodones rosados y siguiendo por los globos donde tenía que tomarme una foto si o si para contarles la anécdota de cómo es pedir prestado un montón de globos para una foto, aunque no lo crean el señor me dio las indicaciones de como tomar la foto y funciono, obviamente lo mejor era comprarle alguno y decidí escoger un avión que luego le regalaría a un pequeño el cual sería muy feliz.

Para terminar, casualmente en varias fotos en distintos lugares salió la bandera de Colombia, algo que vimos al final y nos pareció demasiado bello, una vez más dije AMO mi ciudad, con todas las fallas que tenga definitivamente la amo.

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