Oficialmente comenzamos Colombiamoda 2019, personalmente diría que es una nueva etapa basada en la tradición, hoy estamos en un mundo en el que cada proyecto es un juego por el todo y quizá, para este año la feria se la estaba jugando toda. No solo por ser los 30 años sino también por las criticas – que por cierto jamás entendí – en la edición pasada.
Para este año la parrilla está conformada por los talentos más importantes del momento y sin duda Johanna Ortiz no podía ser la excepción en el cronograma, si bien concuerdo con Lux Lancheros a la hora de decir que no es tan de mis afectos por temas políticos no dejo de lado lo que ha logrado, lo inspiradora y lo que ha hecho por la industria nacional.
Anoche vivimos la inauguración en el Palacio de la Cultura de Medellín, un lugar que más Johanna Ortiz no podía ser, conocido por ser casa de novelas de época y una fascinante historia que luego les contaré. Con un toque parisino este espacio estaba envuelto de hojas secas en el piso, esas que pisas y hacen ¡crack crack!
La noche comenzó con un coctel y un poco de caos por querer tener un buen puesto en el show, ustedes ya saben cómo es esto, nada que no pase ni en los más grandes eventos de moda.
El show abrió con Natalia Montero, la modelo mejor posicionada de Colombia a nivel mundial, y cerro con la misma, con Lua que ha desfilado para Gucci y Zorina Marulanda, sin duda lo primero que voy a resaltar es el casting tan absurdamente divino que tenía Johanna, todas las chicas en las 65 salidas estaban impecables solucionando percances de la forma más tranquila y curiosamente acorde a una tendencia muy fuerte en la industria, les hablo de andar descalzas lo cual creí que era intencional.
Caprice Resort 2020 de Johanna Ortiz tuvo otros aspectos estéticos fascinantes y renovadores, muchos creíamos que reinventar el caribbean chic era imposible y anoche lo logro con algunos toques retro y setenteros que sin duda la dieron una fuerza exquisita a ese show. De igual forma, las prendas tuvieron un destacado componente gráfico inspirado en el trabajo del artista Ellsworth Kelly, la flor del borrachero, las guacas y las vajillas de barro del Tolima en colores sobrios pero vibrantes.
Debo decir que lo que más me gusto fue la paleta de color y la propuesta de combinaciones que nos hizo, ¡MAGIA PURA! Me tenía embobada con la unión del rosa y el verde, el naranja y el lila, entre otros. Hoy debo decir ¡Gracias Johanna! El trabajo es 100% tuyo y de tu equipo pero gracias a ti los demás creadores de cualquier sector de la industria hoy encantan las capitales de moda, ¡claro! Estoy también se debe a distintos talentos, pero hoy el escrito es para esta mujer.
¡Grande!
