A simple vista ¡claro! Todos amamos lo que hizo Karl Lagerfeld en Cuba con Chanel bajo el HT de #CocoCuba, personalmente yo estaba loca espiando cada detalle, la “pasarela” fue espectacular, o bueno más que la pasarela, las prendas, que como siempre sabíamos que no nos decepcionarían, al fin y al cabo era Chanel, entre lo urbano y lo elegante con faldas y conjuntos estampados junto a camisetas estampadas que podemos conseguir en la caracas Chanel presentaba su serie de looks basada en una paleta que la gritaban las calles de La Habana.
Al principio todos estábamos realmente encantados, pero si hay algo que me enseñaron fue a mirar más allá de lo que realmente estaba pasando y saber que la moda no es solo moda, que la moda no es solo arte, la moda es política, economía y sin duda alguna algo sociocultural que da una respuesta a toda una serie de situaciones, entendiendo esto, entonces muchos se preguntaban ¿Por qué Cuba? Yo respondía ¿Por qué no? lo lográbamos ver como un acontecimiento histórico, Cuba como un destino de moda y una apertura de nuevos mercados, pero… ¿en verdad eso pasaría? I don’t think so, así que me di a la tarea de investigar todos estos factores y descubrir para mí misma si en verdad estaba de acuerdo con esta presentación de Chanel en Cuba o si en verdad no me cuadraba para nada.
Así fue, desde artículos escritos por políticos, bloggers y periodistas hasta snaps que me volaron la cabeza y me hicieron reflexionar que había algo que aquí no me cuadraba, como ya saben yo veo la moda como algo ético, no podemos pretender que la industria esté lejos de todo, de temas como contaminación, elitismo y ego puro, así que creo que al ver varios bloggers y personajes pasearse por La Habana en los carros que han cuidado por años, esos de colores hermosos que nos encantaron, también veía como los niños descalzos y en la calle les saludaban y una vez más ellos los grababan como una atracción turística más, acaso ¿fue Cuba un lugar más para usar?
Lo debatí con mis amigos, me decían es normal en Cuba, es tan normal como en Colombia, pero mi problema renacía en que ¿Cómo la moda puede ser tan “maldita”? es decir, Karl esta vez no hizo una mega escenografía de esas que saben hacer, una vez más un espacio público se privatizó mientras miles de espectadores – que según estadísticas, jamás podrían comprarse un Chanel – se debatían por mirar al menos una partecita de tan anhelada y surreal presentación.
Debo resaltar que no sé si esto fue bueno o malo porque tengo un montón de sentimientos encontrados, por una parte sea como sea es bueno que Cuba está saliendo de ese rincón y que Centro América y Sur América, estén siendo punto de grandes relaciones y negociaciones ¡fantástico! Pero siento un sin sabor por parte de la marca y sus asistentes que no me cuadra, el solo ver las fotos de muchos, estaban felices por estar allí pero con cierta cara de desprecio que no podían borrar de sus fotos o de las de los medios.
Pero bueno, como decía Ana de Armas, a pesar de que los cubanos no pudieran disfrutarlo en sí, y pues son obvias razones es necesario que se hable de Cuba, un lugar atrapado en el tiempo y en historias de política, y aunque ahora se hable más de Chanel que de Cuba como tal, no importa, lo interesante es que al menos la gente sepa dónde está ubicado, que paso allí y porque ahora vuelve al mapa. No le doy mucho tiempo para que se convierta en un destino moda, pues las bellezas que allí se encuentran parecen de esas fantásticas historias de películas antiguas en donde todo era tan elegante y de ensueño.
Pero nuevamente me devuelvo a mi antiguo debate ¿ellos solo ganan eso? ¿Reconocimiento? Es como cuando me dicen “Hey Dani necesito 80 looks pero trabajas por créditos, no hay presupuesto” UGH uno no come con reconocimiento, ni se viste a punta de créditos y esto fue lo que paso con Cuba, investigando, nadie ha hablado de temas como ¿Cuánto le costó a Chanel hacer su pasarela allí? *grillo.mp3*, para bajar todo a la realidad y darles a entender lo que sucede, Cuba se encuentra en una situación al estilo Venezuela en donde hoy por hoy, muchos se sienten indignados y realmente utilizados con comentarios como: “Entramos en los barrios, donde vive la gente real, vimos cómo sufren; ahora entendemos cuán difícil es realmente la vida allí” Really? Y sé que fue así porque lo viví todo vía Snapchat. Tengo que decirles que Chanel es mi marca favorita pero no sé hasta qué punto la moda y el mercado pueda ser tan macabro.
Por último, les dejo dos parrafitos que en verdad nadie hubiese podido expresarlos mejor:
“Algunos sintieron que el espectáculo, el primero de su tipo en América Latina, era un golpe bajo contra la austeridad revolucionaria, que en más de una ocasión se ha intentado vender como virtud en lugar de necesidad.
Había mucha gente en el Prado tratando de ver el desfile, pero había aún más en las tiendas tratando de encontrar productos básicos recién rebajados como pollo y aceite de cocina.”
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